El 31 de julio, dos individuos señalados como atracadores fueron brutalmente golpeados por personas de la comunidad en un sector de Bogotá, quienes expresaban su frustración ante el aumento de la criminalidad en la región.
Después de un intento de robo, los delincuentes chocaron contra la pared de una vivienda mientras trataban de huir.
Los vecinos reaccionaron de forma violenta: retuvieron a uno de los ladrones y le propinaron una fuerte golpiza, mientras que el otro logró escapar.
La situación se desencadenó en medio de una creciente frustración y alarma entre los habitantes, quienes han intensificado su resistencia frente a los actos delictivos en su entorno.
Tras ser despojado de su casco, el individuo fue arrastrado por el suelo y golpeado en la calle por los vecinos, quienes, abrumados por la inseguridad y la escalada de violencia, descargaron su frustración con lo que tenían a mano. La motocicleta tuvo un destino similar.
Las autoridades locales han emprendido una investigación sobre el incidente, enfatizando la importancia de mantener el orden y prevenir actos violentos por parte de la población.