El alcalde de Chilpancingo, Guerrero, Alejandro Arcos, fue asesinado brutalmente el pasado domingo, tres días después de protestar en los medios locales por el asesinato de su secretario general, Francisco Tapia.
Según informan los medios, Arcos fue decapitado y su cabeza apareció sobre el techo de una Volkswagen Robust, mientras que su cuerpo yacía en el asiento del conductor.
Esa mañana, había estado visitando los barrios más afectados por las lluvias e inundaciones que azotan el estado.
Durante su campaña electoral, Arcos afirmó no haber recibido amenazas y se comprometió a mantener la paz en Chilpancingo como uno de sus principales objetivos.
Agentes de la policía de investigaciones de Guerrero se desplazaron al lugar para realizar las pesquisas de rigor y obtener pruebas que ayuden a esclarecer el violento crimen.